Alfonso Iracheta Cenecorta, integrante del Consejo Mundial Asesor de la Organización de las Naciones Unidas-Hábitat, criticó la intensión del gobierno municipal de construir un viaducto elevado, privilegiando el uso de los vehículos privados en lugar de pensar en hacer más eficiente el sistema de transporte público.
El coordinador del Programa interdisciplinario de Estudios Urbanos y Ambientales de El Colegio Mexiquense sostuvo que el uso de vías y pasos elevados sólo debe pensarse en "casos muy especiales, como cruzar un río o atravesar una vía del tren. Tampoco se trata de no hacer vialidades, pero yo creo que ese dinero podría ser mejor utilizado si se invierte en transporte público".
"Cada obra vial que hacemos y que nos resuelve un problema urgente no es más que un paliativo, el resultado es que cada día hay más coches y se pierde el dinero para arrancar un buen sistema de transporte".
Y apuntó: "Urge ya y es fundamental iniciar el (la planeación a) largo plazo hoy, no mañana, ni esperar al que viene detrás".
Entrevistado, Iracheta Cenecorta explicó que el gran problema con el desarrollo urbano es, por un lado, la falta de una política de planeación a largo plazo:
"Tenemos políticos tan irresponsables como los que hemos tenido en los últimos 40 años, que han pensado mucho en ellos, en su partido, en mantener el poder a cualquier costo, pero no a través de resolver los problemas de la comunidad ni el campo, ni en la ciudad; por eso hacen lo que creen que apantalla a la gente, ahí están los pasos a desnivel, en lugar de resolver los problemas de los drenajes o del control del crecimiento".
Además puntualizó que se ha excluido a la sociedad de la toma de decisiones, inhibiendo la participación ciudadana:
"No hay los suficientes espacios y mecanismos de participación; participar significa decidir con, si yo me siento a participar sobre lo que vamos a hacer con tal cosa y luego del diálogo consigo que se integre o se realice mi propuesta, eso es participar. Si voy con una ponencia de tres hojitas y la dejo para un futuro plan de desarrollo, eso no cuenta…"
Aunque reconoce que la sociedad ha perdido su capacidad de diálogo político gracias a los regímenes bajo los que ha vivido: "la sociedad mexicana ha perdido capacidad política, porque ochenta años de gobiernos en donde la gente no es importante en la toma de decisiones se ha traducido en un apoliticismo, la gente no sabe dialogar políticamente".
Por último, el consultor en los tres órdenes de gobierno y a nivel internacional en temas sobre suelo, vivienda, planeación territorial y metropolización -principalmente en instituciones como Banco Mundial o Fundación Hewlett- reconoció que ninguna ciudad del país podría considerarse una ciudad modelo, contrario a lo que sucede en urbes como Curitivia, Bogotá o Barcelona, que han logrado reducir sus problemas urbanos.
"No, no tenemos ninguna ciudad modelo. Hay algunas ciudades que no tienen tantos problemas. Aguascalientes ha logrado reducir los asentamientos humanos irregulares expandiendo la ciudad de una manera más ordenada. León tiene el "Optibus" que es la opción menos mala en el modelo de metrobús pero nada más, por lo demás sigue teniendo graves problemas".
